viernes, 19 de junio de 2015

Violencia Invisible

Autores: Lic. Amalia Aguirre
              Lic. Lucia Salinero
A partir de la emisión de la reconocida telenovela “Las mil y una noches”, se nos ocurre plantearnos la problemática que subyace a ésta trama que tanto atrae y seduce al público en general y a las mujeres en particular. La protagonista al igual que la mayoría de las mujeres se sienten inmersas en una doble encrucijada, por un lado atrapada por el alto grado de poder que sustenta el hombre, que va más allá de lo económico, y por otro, el verse encerradas en un sentimiento de anulación, poca valoración y desconfianza de las propias capacidades. Ello suele ser consecuencia de lo que conocemos como “amor romántico”, amor donde prima la idealización y los conceptos, de amor eterno, único, insustituible. El amor ligado a términos como locura y muerte frente a la posible pérdida del otro. Otro que no debiera tener pasado, ya que éste es vivido como algo amenazador que lleva a la recriminación y el enjuiciamiento por lo anteriormente vivido. Esto conduce a que permanentemente los miembros de la pareja tengan que estar rindiendo cuentas de sus historias personales. Todos los seres humanos, llegan a conformar una relación con experiencias y vivencias previas dónde no cabe ser cuestionado ya que esto forma parte de la esencia de cada uno que merece el respeto y la aceptación del otro.
El protagonista de la novela, resulta ser “la voz de la verdad, la valentía y la decisión”. Todo lo que acontece se espera que sea resuelto por él invistiéndolo en un halo “todopoderoso”.
Es posible observar como silenciosamente se muestra en la trama la falta de intervención y participación activa de la mujer en diversas situaciones de la vida. Pareciera que la intervención de ésta (protagonista), no es trascendente ni considerada valiosa en la resolución de situaciones cotidianas.
Tras lo que aparece como una relación de “pareja ideal”, se esconde la “pareja real”, dónde predominan características como:-  la falta de reconocimiento del otro como otro
                                                                  -el rol de protector permanente por parte del protagonista que encubre situaciones de control y posesión
                                                                  - los celos desmedidos que parecieran develar un inmenso amor, no son otra cosa que una muestra de desconfianza y posesividad. Esto remite a una modalidad vincular sostenida por ambos integrantes de la pareja. Se diría que el temor a perder al otro incrementa los sentimientos de persecución, lo cual aumenta los constantes ocultamientos mutuos que llevan a magnificar pequeñas situaciones. Todo esto, se intensifica en una situación de “convivencia”.
Así la desconfianza va creciendo y alejando a los miembros de la pareja imposibilitando resolver conflictos de una forma madura y llevando a tomar decisiones extremas y violentas.
Otra característica que se observa es cómo se sostienen en éstas relaciones modelos culturales rígidos, machistas y retrógrados, dónde se espera de la mujer que cumpla con los estereotipos asignados a ella. ( Léase: crianza de niños, quehaceres domésticos, acompañamientos sociales etc.); como ocurre en la trama de la novela. Ello conlleva al cercenamiento de espacios personales, sociales y laborales de crecimiento y realización en la mujer. Lo que aparenta fortaleza mutua, no hace más que revelar debilidades, ya que ante el primer imprevisto todo se desmorona inevitablemente.
 Lo anteriormente dicho está vinculado a una baja autoestima que genera constantes sentimiento de desconfianza hacia el otro. Por ello es tan importante en el abordaje de tratamiento para víctimas de violencia, trabajar de una manera sustanciosa el tema del fortalecimiento de la autoestima.
Como bien indica la palabra “autoestima”, ésta se refiere a la percepción de sí misma en términos de valoración positiva o negativa, cómo nos reconocemos y qué sentimos que merecemos. Si tenemos en cuenta que la autoestima también se forma con la aprobación de los otros y con las experiencias vividas ello nos dará como resultado el modo en que enfrentaremos las circunstancias de la vida y la pareja.
Un buen nivel de autoestima posibilita disfrutar de un amor maduro y sano, enriqueciéndonos con el crecimiento del otro en un ámbito de autorrealización y libertad.  

viernes, 5 de junio de 2015

BUSCANDO REDES DE AYUDA (Refugios)






Después de haber leído una nota reciente publicada por diario MdZ sobre femicidio (el punto extremo de la violencia hacia la mujer), nos parece oportuno rescatar el tema de la falta de refugios o residencias momentáneas para víctimas de violencia.
Se requiere fundamentalmente de una decisión política que avale y sostenga la creación de inmuebles destinados a la contención real y concreta de la mujer, como así también de subsidios que permitan el mantenimiento de ellas en situaciones de emergencia ,hasta que puedan reinsertarse social y laboralmente. Mucho se ha hablado de la imperiosa necesidad de éstos espacios, pero en la realidad pareciera ser más “una expresión de deseo”. En la actualidad no se cuenta con lugares públicos que cumplan con esta tarea ni con decisiones políticas correspondientes.
Nuestra experiencia nos muestra que muchas son las instituciones dedicadas a concientizar y asesorar a la mujer, llegando a diagnosticar la problemática con precisión.
Es decir se cuenta con buen abordaje jurídico, social  y psicológico , pero ello no es suficiente ya que debería existir la implementación de recursos efectivos que conduzcan no sólo a la concientización sino a la ayuda concreta para poder salir del circuito de la violencia.
Dicho de otra manera nos preguntamos  ¿ qué ocurre con estas mujeres luego de haber sido diagnosticadas, asesoradas y abordadas, psicológicamente en algunos casos, sobre la temática de maltrato?.   Si pudiésemos responder a esta pregunta nos encontraríamos con un alto porcentaje de mujeres que repiten los modelos de relación violentos. Que son sus modelos conocidos y aprendidos. Sería de valor contar con estadísticas que nos muestren el seguimiento y evolución de los resultados obtenidos con dichos abordajes.
Es de destacar la falta de recursos de las mujeres como para poder  vincularse de un modo diferente,  que permita mejorar las actuales y futuras relaciones interpersonales.
Si bien la denuncia está incorporada como un paso imprescindible a seguir, no resulta algo tan simple como parece. Hay que estar psicológicamente preparado para denunciar con las consecuencias que ello trae aparejado, como así también estar lo suficientemente contenido en el “afuera”, como para sostener esta decisión y así lograr una vida de plenitud y realización personal.

Autores: Lic. Amalia Aguirre y Lic. Lucia Salinero

CORRIENDO EL TELÓN (¿qué hay detrás de la violencia de género)

Frente a las últimas noticias periodísticas que nos muestran la violencia de género, no podemos dejar de retrotraernos a algo más de veinte años atras . En aquellos momentos se comenzó a poner una mirada detenida y diferente sobre la temática del maltrato .buscando mejorar la calidad de vida de  de las mujeres inmersas en este drama personal y sociocultural.
Actualmente no es que hayan surgido novedosamente casos de violencia de género, éstos ocurren desde tiempos remotos. No obstante poco se ha investigado sobre los soportes reales que tienen mucho que ver con la violencia encubierta. Se hace incapié en los perfiles psicológicos de los involucrados y en la importancia de las denuncias .Si bien ésta es fundamental, lo primordial es el trabajo psicológico de las personas afectadas de modo que la mujer tome real conciencia de su situación y visualice desde dónde se sostiene la violencia. Trabajar sobre la autoestima  es el verdadero pilar de un cambio profundo que permitiría construir una relación de pareja plena y saludable.
Consideramos que desde una autoestima sólida se puede establecer con el "otro" un vínculo de respeto, compromiso, con decisiones compartidas, diálogo permanente y tolerando las diferencias. Sólo así se pueden manifestar los pensamientos y sentimientos sin temor de a que éstos sean percibidos como un ataque. En definitiva es aceptar al otro como un otro pudiendo establecer relaciones armónicas con la pareja.
 Nos seguimos sorprendiendo con el alto porcentaje de mujeres que sufren violencia de género, pero por otro lado son quizás las mismas que antes se enorgullecían de contar con compañeros  con actitudes de sobreprotección y amor incondicional que encubren nada más ni nada menos que sometimiento y control. De este modo la víctima pierde la posibilidad de reconocer su propia individualidad y encontrar una vida afuera de esta relación enfermiza. Así se confunde el amor verdadero con el amor posesivo que pretende que el otro sea lo que uno quiero que sea, confundiendo el amor sano y maduro con el amor tóxico. Para salir de esta situación se requiere de un trabajo profundo sobre la problemática de violencia.
La denuncia es una indicación primaria y fundamental en estos casos pero siempre y cuando sea  sostenida por un trabajo personal y grupal con profesionales especializados.  Trabajar sobre los miedos es fundamental. No olvidemos que la mujer involucrada ha sido cercenada en sus recursos afectivos y muchas veces económicos. De ahí la importancia de contar con albergues y en lo posible con algún subsidio temporario que les permita sostenerse.
No podemos omitir la influencia de los aprendizajes y los mandatos culturales que hacen que esperemos ciertos comportamientos de la mujer y del hombre que llevan a conformar parejas dónde la violencia queda prácticamente naturalizada.   

Autores: Lic Amalia Aguirre y Lic. Lucia Salinero